¿Quiénes Somos?


Somos la Orden que nació con San Francisco de Asís, aprobada por el papa Inocencio III en 1209: "La Orden de Hermanos Menores". Hoy, estamos extendidos por toda la tierra, haciendo presencia en 107 países. Desde el año 1217, el mismo Francisco de Asís dividió la Orden en provincias, para hacer más eficaz la organización de la vida y la misión. Actualmente, la Orden está conformada por 104 provincias. Nosotros somos la "Provincia de San Pablo Apóstol" en Colombia

La Provincia de San Pablo la conformamos alrededor de 80 frailes franciscanos, que buscamos con la ayuda de Dios, realizar nuestro seguimiento de Jesús según el carisma inspirado a Francisco, en una forma de vida que nos compromete con el pueblo empobrecido; creemos firmemente que es junto a los más pobres en donde debemos y queremos estar, y junto a ellos, hacemos camino hacia condiciones de vida más dignas, más humanas, más libres, expresión concreta y clara de Reino de Dios. 

La Orden Franciscana erigió la Provincia de San Pablo en Colombia en el año 1982. En estas tres décadas, hemos hecho presencia en medio de campesinos, de indígenas, de negritudes, de desplazados y de pobladores periféricos de las ciudades. Han sido treinta años en los que hemos sentido que realmente "los pobres nos evangelizan", pues de ellos, y de los que son como ellos, "es el Reino de Dios". 

Los hermanos de la provincia tenemos el propósito de sostener nuestra forma de vida pobre y menor, manifestada en la "no propiedad" (ni de conventos, iglesias, casas o automóviles), en el trabajo material asalariado de cada hermano, en la inserción de nuestra vivienda en medios populares, y en la sencillez y calidez de nuestras relaciones con el pueblo pobre. Esta convicción y forma de vida, no nos viene de nosotros; sentimos que es el legado centenario del mínimo y fraterno Francisco de Asís.

Por tanto, la formación franciscana en nuestra provincia la vivimos desde el primer año en los mismos medios empobrecidos, en la misión cotidiana de una fraternidad. En este ambiente se forma cada hermano en los cinco pilares fundamentales de nuestra vida, a saber:

1. La vida de Unión con Dios, columna de toda espiritualidad.
2. La vida fraterna, tanto entre nosotros mismos, como con el pueblo.
3. La vida de minoridad.
4. El servicio evangelizador
5. La formación y los estudios.